terça-feira, 31 de janeiro de 2012


No, no intentes disculparte.
No juegues a insistir.
Las excusas ya existían antes de ti.

No, no me mires como antes.
No hables en plural.
La retórica es tu arma más letal.

Voy a pedirte que no vuelvas más.
Siento que me duelas todavia aquí...
... adentro.
Y que a tu edad sepas bién lo que es
romperle el corazón a alguién así.

No se puede vivir con tanto veneno.
La esperanza que me da tu amor
no me la dió más nadie.
Te juro, no miento!
No se puede vivir con tanto veneno.
No se puede dedicar el alma
a acumular intentos.
Pesa más la rabia que el cemento...

Espero que no esperes que te espere.
Después de mis 26,
la paciencia se me ha ido hasta los pies.

(...)

Nenhum comentário: